¿Agotado de pantallas que te dejan la mente embotada? «Mi primer Kakuro» no es otro pasatiempo más. Es la puerta a un ritual japonés que combina la elegancia de los números con la estrategia de un rompecabezas implacable. Aquí no hay letras, solo sumas. No hay pistas regaladas, solo tu lógica contra una cuadrícula 9×9. 112 kakuros diseñados para destripar rutinas: empiezan suaves, como un té matcha, y terminan incendiando tu zona de confort. ¿Vas a seguir desplazando redes sociales sin rumbo o vas a comprobar qué pasa cuando números y cerebro chocan sin filtros? Las soluciones están al final (por si acaso), pero la adrenalina está en no necesitarlas.

A ver unas cuestiones que me hago:

1. ¿Cuántas horas has perdido hoy mirando una pantalla sin que tu cerebro registrara nada más allá del scroll?
2. ¿Qué sentirías si una sola hoja de papel lograra despertar esa parte de tu mente que creías adormilada desde la escuela?
3. ¿Prefieres seguir jugando al mismo sudoku de siempre o probar cómo los japoneses llevan décadas rompiéndose la cabeza (y disfrutándolo)?
4. ¿Cuántas veces has comprado algo «para relajarte» que en realidad te deja más vacío que un like en Instagram?
5. ¿A qué esperas para descubrir si eres de los que resuelve el kakuro 112 o de los que traicionan la solución en la página 45?
6. ¿Qué harías si este libro es lo único que separa tu mente actual de una versión más rápida, precisa y adicta a los retos?
7. ¿Sigues leyendo esto o ya estás buscando un lápiz?

Sin algoritmos. Sin notificaciones. Solo tú, un kakuro y la certeza de que cada suma resuelta es una victoria contra el aburrimiento.  Bueno, esta vez no es solo uno, son 112, bueno, mejor…